Por cierto, si habéis visto la película La gata sobre el tejado de zinc, hay una escena muy buena de la cena (de Acción de Gracias) donde los niños no saben al principio que se van a comer a Pablo... ¡qué cruel soy! Nooooooooooooo... pobrecitooossss... (incluyendo a Pablo).
<;p
Una matización: los niños no eran niños, eran monstruos cuellicortos (Elizabeth Taylor dixit)
ResponderEliminarUn saludo
'Sasto.
ResponderEliminar¿Ya tienes organizada la sesión de compras compulsivas para mañana?
Caraguevo: no quería ser tan cruel (esta vez) y por eso los he llamado niños.
ResponderEliminarPosodo: ehhhhhh... ¿compras? Jajajaja... si han de vivir los comercios de mis compras mejor que no abran, ahora que si todos los corruptos (políticos) nos devolviesen todo el dinero que nos han robado, otro pavo cantaría.
Saludos a los dos