domingo, 16 de septiembre de 2012

Analfabetismo... en el siglo XXI

Breve comentario que invita a la reflexión...

El otro día me encontré con un caso en el que un muchacho de 15 años no sabía leer, se me partió el alma, y creo que a todo el que estaba presente en la sala también. Uno pensaría que en un país civilizado el analfabetismo sería inexintente... sobre todo si hablamos de niños, pues no, señores. 
Si pudiera tendría una escuela donde solo se enseñase a leer y estoy segura de que podría llenar un aula.

5 comentarios:

  1. Aquí, si un niño no viene al colegio, se llama a la Mesa de absentismo y ellos se encargan de hablar con la Comisión de escolarización; pero el niño va al cole sí o sí.

    De hecho, es rarísimo que un niño no vaya al colegio, sobre todo porque si los padres no le mandan al cole, se les cae el pelo (yo he tenido que amenazar a alguna madre de mi tutoría que permitía demasiadas faltas a su hijo -y cuando digo demasiadas quiero decir muuuuuchísimas- con denunciarla a la Mesa de absentismo si no se encargaba y aseguraba de que el niño asistiera al colegio).

    Claro que otra cosa son los poblados de chabolas donde seguro que se escapa más de uno y de dos y...

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  2. Este niño del que os hablo es un delincuente, o sea encima es casi más triste porque las probabilidades de que salga del mundo en que se ha metido o lo han metido son muy escasas, pero... la esperanza es lo último que se pierde.

    ¡Venga, a leer todo el mundo! :)

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  3. Mi padre cuenta que en la mili enseñó a leer a muchos compañeros que llegaban al cuartel sin saber leer ni escribir (chicos de su edad, incluso con algún año menos, porque los que "estudiaban" creo que podían retrasar la mili un poco). Pero, claro, te pones a calcular y de eso hace... unos cuantos años. Y una piensa -o quiere pensar- que eso ya no existe... Hasta que te lo encuentras en el camino.

    Y eso sin meternos en el terreno de la escolarización de las niñas en ciertos círculos.

    Por cierto, ayer me vino a la cabeza una película de Robert de Niro que trataba el analfabetismo (un poco lacrimógena, quizá, pero me gustó en su día), aunque no es un niño el protagonista. No sé el título original, aquí se tradujo como "Cartas a Iris".

    Saludos.

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  4. Hace algo más de veinte años aún había cursos especiales en la mili para que los soldados de reemplazo pudieran aprobar el Graduado Escolar. De hecho, siendo yo Ingeniero, dí parte de las clases, lógicamente, de Historia.

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